San Sebastián: los espectadores más entusiastas del mundo
Varios actores en el Festival de San Sebastián de 2018 SSIFF
Por María Parcero

Cannes, Venecia, Berlín… y San Sebastián. Si hablamos de festivales internacionales de cine, la lista no es demasiado larga. De hecho, sólo se celebran catorce en todo el mundo con la máxima categoría (A) que puede tener un evento de estas características: certamen cinematográfico acreditado por la Federación Internacional de Asociaciones de Productores Cinematográficos.

Sin duda, el de San Sebastián es el festival más importante de los que se celebran en España, y también uno de los más longevos. Este 2024 celebra su 72 edición. Podemos afirmar, sin temor al rubor, que es uno de los eventos culturales de mayor envergadura y repercusión en nuestro país (con respeto y con cariño para el resto de festivales, que también pasarán por esta sección). 

Sus comienzos, allá por el año 1953, fueron un tanto modestos: la asociación de comerciantes de la ciudad lo concibió como una Semana Internacional de Cine. Pronto, el ministerio de Cultura de la época se dio cuenta de su potencial y decidió apoyarlo. Hubo, incluso, un momento en el que se planteó trasladar el evento a Palma de Mallorca. Sin embargo, el festival se quedó en Euskadi y siguió apostando por el cine europeo y, tímidamente, por el norteamericano. Gracias a los esfuerzos de sus organizadores, en 1957 recibió la categoría A en el mundo de los festivales internacionales de cine. Y el resto, es historia del cine. 

Como, por ejemplo, que figuras como Roman Polanski o Pedro Almodóvar estrenaran sus óperas primas allí. O que el mismísimo Alfred Hitchcock estrenara “Vértigo” y “Con la muerte en los talones” en la hermosa capital vasca. Curiosamente, ninguna de ellas consiguió la Concha de Oro. Cosas del cine y de los jurados.  

La lista de estrellas hollywoodienses, europeas y españolas en desfilar por la alfombra roja de San Sebastián es, casi, infinita. Para los más nostálgicos, mitos de la dirección como Fritz Lang, Howard Hawks, Joseph L. Mankiewicz, Orson Welles y Federico Fellini, o estrellas inmortales como Kirk Douglas, Liz Taylor, Gloria Swanson y Audrey Hepburn, fueron algunos de los primeros huéspedes ilustres del hotel María Cristina (sede oficiosa del Festival, puesto que allí se alojan los invitados más ilustres).

El mítico María Cristina, el hotel de los famosos / Agatha Selgas

También un septiembre en San Sebastián recibieron sus primeros premios Francis Ford Coppola (por “Llueve sobre mi corazón”) o Terrence Malick (por “Malas tierras”).

Sin embargo, a decir de muchos, lo que diferencia a San Sebastián del resto de festivales, es la afluencia de público que inunda las salas de cine de la ciudad, que durante esos días solo emiten películas del Festival. Ambientazo garantizado.

 

Woody Allen y Donosti: una historia de amor y de cine

En 2004, el realizador neoyorkino rompió su costumbre de estrenar mundialmente sus películas en Venecia, presentando “Melinda y Melinda” en San Sebastián. Empezaría aquí una historia de amor con la ciudad cantábrica que cristalizaría años más tarde en “Rifkin’s Festival” (2019), una película enteramente rodada en San Sebastián en torno al propio Festival. ¿Se puede rendir un homenaje mayor? 

Previamente, Allen había presentado otra de sus películas más conocidas ambientadas en España, “Vicky Cristina Barcelona” (2008), que fue galardonada con un premio Donostia. Probablemente fue en estas ocasiones cuando decidió elegirla para rodar una de sus habituales historias de amores cruzados y un tanto neuróticos. 

Si decides acercarte a la capital vasca para asistir al Festival, el ayuntamiento donostiarra te propone seguir los pasos de los protagonistas de la película para conocer la ciudad. Aquí, puedes descargarte la ruta. 

Si lo haces, no te perderás ninguno de los rincones más emblemáticos de San Sebastián, como la bahía de La Concha, el palacio de Miramar, el museo San Telmo o los puentes sobre el río Urumea; ni los centros neurálgicos del propio Festival: el Kursaal (sede oficial), el teatro Victoria Eugenia (lugar de ceremonias) y el hotel María Cristina (hospedaje de lujo sobre la ría y el mar para los más afortunados).

El Kursaal, sede principal del Festival, con La Concha al fondo/ Agatha Selgas

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El restaurante

El Mirador de Ulia, casi tan antiguo como el propio Festival. Situado en una casona con las mejores vistas de la ciudad y con la carta de un estrella Michelín, Woody Allen lo eligió para rodar la escena de la cena de gala de los protagonistas de “Rifkin’s Festival”.

La terraza

El Kafé Botanika ofrece opciones desde el desayuno a la cena. Situado en el casco viejo, el propio Allen y su familia comieron allí durante sus estancias en Donosti. Se dice que la ventresca era su plato favorito. Por cierto: también hay una escena de “Rifkin’s Festival” en la que los protagonistas toman algo en su terraza.

Con vistas al mar

El Café de La Concha, otro clásico donostiarra que Allen eligió para rodar la escena de la película en la que se reúnen los cineastas durante el Festival. Atentos, porque justo enfrente está la casa que se utilizó para replicar la casa de Charles Foster Kane cuando era niño (en uno de los guiños a los grandes clásicos del cine que salpican la cinta)

La librería

Donosti es uno de esos locales con encanto que aún pueblan las calles de las ciudades elegantes: fachada art decó, de un elegante verde, y libreros de los de toda la vida. Su exterior es tan emblemático que no solo Allen lo utilizó como exterior en “Rifkin’s Festival”. También puedes verla en “Patria” y “La línea invisible”.

El bar

El Tánger es otro lugar emblemático para los donostiarras. Situado entre el hotel María Cristina y el teatro Victoria Eugenia, no es de extrañar que Allen lo eligiera para rodar otra escena de “Rifkin’s Festival”. Famoso por la calidad de sus pinchos, su variedad de cervezas y su vermut.

La plaza

De La Trinidad, popularmente conocida como “La Trini” es uno de los auditorios al aire libre con mejor acústica de la ciudad. Por allí han pasado grandes del jazz, por lo que no nos extrañaría que Allen se dejara caer por allí para escuchar algún concierto

 

Por si aún te quedan dudas sobre que San Sebastián es uno de esos festivales a los que hay que asistir, al menos una vez en la vida, te dejamos con las palabras de Pedro Almodóvar, que recogerá su premio Donostia este año, después de haber pasado muchas veces por el escenario del teatro Victoria Eugenia.

«Mi carrera empezó en San Sebastián el año 1980 y desde entonces con o sin película he vuelto al festival muchas veces. San Sebastián es una de las ciudades donde se celebra el cine con mayor entusiasmo. Es un sueño asistir a un festival como este, donde las salas de cine están siempre llenas».